Durante estos días, a través de los medios de comunicación, nos ha llegado la información sobre diferentes problemas relacionados con la seguridad alimentaria. Lo que está siempre presente es el Autocontrol en Seguridad Alimentaria:
- Alerta alimentaria por Listeriosis en una empresa durante el verano, afectando a varias personas.
- Brote de gastroenteritis en un hospital asociado a la contaminación de algunos productos.
- Brote de salmonelosis que ha afectado al personal sanitario en un centro de salud en Palma.
La ley obliga a que todo el personal manipulador de alimentos esté correctamente formado en higiene alimentaria, y las empresas deben contar con programas de autocontrol que aseguren la seguridad de los alimentos.
En España, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) y otras organizaciones han implementado guías y normativas que obligan a las empresas a llevar un registro detallado de los procesos de autocontrol.
Es esencial que las empresas involucren a todo su personal en los programas de autocontrol, desde los propietarios, directores, hasta el personal de producción. Estos programas son fundamentales para prevenir brotes y garantizar la seguridad de los productos alimentarios.
El autocontrol no es solo una obligación legal, sino que es una medida preventiva esencial para evitar los riesgos alimentarios y cumplir con la normativa vigente.